En uno de los barrios situados en la comuna de Pétion Ville, en Puerto Príncipe, reina una aparente tranquilidad después del fallecimiento de un conocido líder pandillero, identificado simplemente como Makandal.
La tensión se había elevado cuando los asociados del crimen organizado urbano intentaron promoverlo como el nuevo líder de la banda Bristou, que opera en la barriada del mismo nombre en la comunidad mencionada. Sin embargo, los residentes locales, con el respaldo de la fuerza policial, pusieron fin a su vida mediante una violenta confrontación que incluyó machetes y fuego.
Según el reporte del diario digital Le Facteur, Makandal fue baleado, luego mutilado, y su cuerpo fue incinerado entre las llamas alimentadas por neumáticos. Este episodio ha generado una oleada de especulaciones sobre la posibilidad de que acciones similares se repitan contra otros líderes de bandas armadas, si la población decide tomar la justicia en sus manos.
La cacería de Makandal estuvo marcada por la intensidad de los intercambios de disparos entre ambos bandos. Prensa Latina, que ahora tiene presencia en la zona, reportó haber escuchado el tiroteo desde la mañana con una breve pausa al mediodía, seguido de una renovada ráfaga de disparos con armas de diferentes calibres.
Desde la sede de la Agencia Latinoamericana de Noticias, se pudo observar un dron sobrevolando el área del enfrentamiento urbano, mientras que los conductores de vehículos y motocicletas huían a toda velocidad de la zona.
Este suceso refleja la complejidad de la situación en Puerto Príncipe, donde la violencia callejera y el crimen organizado tienen un impacto significativo en la vida cotidiana de los residentes. Aunque la muerte de Makandal pueda haber generado un breve período de calma, persisten preocupaciones sobre la posibilidad de futuros brotes de violencia y retaliaciones en el futuro cercano.
